miércoles, 2 de septiembre de 2015
Miguel Portugal: ‘En Bolivia no hay cuándo se empiece’
El 15 de agosto fue elegido por el Comité Ejecutivo de la FBF como seleccionador nacional hasta 2018, pero la Liga se opuso y frenó su designación. El DT español reaccionó con calma, aunque mandó un mensaje claro de que de una vez el fútbol nacional debe despegar.
— ¿Cómo se siente después de que se cayó su llegada a Bolivia?
— Primero me llenó de orgullo cuando me comunicaron que iba a trabajar con la Selección, pero debió haber problemas en la Federación y ante esa situación tenían que suceder las cosas como han pasado y por mi parte no hay ningún problema.
— ¿Le llamaron desde Bolivia para decirle que ya no era el seleccionador nacional?
— Sí, sí, me dijeron lo que estaba ocu rriendo, que era una cosa normal por los problemas que pasaban. En un primer instante quizá hubo una precipitación. En el momento que me hablaron para ir a Bolivia creo que fue con muy buena voluntad, pensando en que era lo mejor para la Selección, pero después cambió y comprendo la situación.
— ¿Sabía que la Liga no estaba de acuerdo con su nominación?
— Siempre dije que lo más importante para que los entrenadores desarrollen su trabajo es que haya consenso entre todos los estamentos deportivos, si no hay eso lo mejor que puede pasar es que el entrenador se quede en donde está.
— ¿Se le rompió la ilusión?
— Es una ilusión que tenemos todos de dirigir a una selección. No pudo ser, pero los técnicos, como profesionales que somos, esperamos nuevas ofertas. Habrá que analizar y definir cuál le parece a uno la mejor.
— ¿Está tranquilo?
— Es así. Muchas veces lo que uno quiere no surge y, en cambio, lo que no desea se lo ponen en las manos, no solo en el fútbol, sino en todas las profesiones. Deseo lo mejor para que Bolivia dé un paso adelante, necesita organización y los que están es porque habrán hecho un buen trabajo.
— ¿Sabía que se habló mucho en el país de la nómina que envió desde España para el amistoso con Argentina?
— La nómina se hizo con profesionales de la Federación, me pidieron el consenso y lo más lógico y formal era utilizar la lista de la Copa América, eso no significa otra cosa. Luego el DT que viniera debía elegir a los más convenientes. Me preguntaron si esa lista me parecía bien, como conocía a todos (los jugadores) les dije que era normal dar continuidad.
Cuando un cuerpo técnico todavía no pone su firma es normal que no ponga su sello en una lista de convocados. Tenía el contrato, no lo firmé porque quería valorarlo in situ, había que ver algunas cosas como el consenso suficiente, quería saber si los problemas me hubieran dejado trabajar con la tranquilidad que yo requiero. Esa lista fue hecha no por mí, sino por gente de la FBF y simplemente siguiendo directrices di una opinión, la lógica dice que cuando no hay un DT, una convocatoria se basa en la anterior nómina.
— ¿Se puede aplicar en este caso el dicho de que no hay mal que por bien no venga?
— Lo que no sucede es porque puede acontecer algo mejor. Tenía esa ilusión que pueden tener (Mauricio) Soria, (Julio) Baldivieso o todos los entrenadores que tienen derecho de sentir y hacer lo mismo.
— ¿Le llegaron otras ofertas?
— Estoy viendo algo por Europa, veremos si se dan las coordenadas para hacerlo realidad.
— ¿Cuál es su actividad en este momento?
— Me dedico a dar conferencias y participo en debates y comentarios de fútbol. Soy miembro de “El Senado de Telemarca” (producto del periódico deportivo español Marca), en partidos internacionales de España o partidos importantes, el trabajo no es semanal.
— ¿Abre la posibilidad de regresar a un club de Liga en Bolivia?
— No es fácil por los condicionantes que exigimos, pero se podría dar. Creo que dejé un buen legado por el fútbol que demostré. Es bueno que se interesen y se acuerden de uno. Me quedan temas pendientes en Bolivia, ojalá que pueda ir a dar una vuelta para ver algunas cosas que me parecieron fascinantes cuando estuve allí como el lago Titicaca.
— ¿Qué le dijo su familia?
— Si ellos responden esta pregunta dirán que se alegran de que me haya quedado en España. Lo tenía hablado, estaban convencidos de que era una buena idea volver a Bolivia, quieren siempre mi bien, pero sé que en el fondo sienten que tenerme cerca es bueno. Saben que en esto del fútbol somos un poco trotamundos, aunque no iba ser muy traumático porque ya estuve en Bolivia y también en Brasil (Atlético Paranaense). Mi familia siempre quiere lo mejor.
— ¿Cómo cree que le irá a Bolivia en las eliminatorias?
— Me gusta el grupo de jugadores que hay ahora, tienen mucho talento, son atrevidos, por eso quería agarrar este proyecto, sé que con ellos se puede dar ese paso adelante que busca el fútbol boliviano, se puede ganar en La Paz y luchar por sacar buenos resultados afuera.
— ¿Bolivia podrá dejar de ser la Cenicienta de Sudamérica?
— Ése debe ser el objetivo, el paso adelante debe venir con un proyecto de infraestructura, es importante que por debajo haya oxígeno, que haya chicos que tengan competencia para subir escalones. Estuve en Bolivia y todos coincidían en lo mismo, me dijeron que falta competencia a nivel de todo el Estado. Solo en Santa Cruz hay torneos de todas las categorías, en el resto de los departamentos no juegan los chicos seguido, no hay campeonatos nacionales importantes que permitan pensar en el futuro.
— ¿Se hace lo más urgente y lo importante se relega?
— En España sucedía eso hace 20 o 30 años, y eso pasa en Bolivia, se quiere salir a dar el primer paso para ir al Mundial, pero no se piensa para ir al siguiente, hace falta infraestructura porque te caes. Ahora hay que empezar otra vez. No hay cuándo se empiece de verdad, a su país le falta eso. En España cuando se comenzó de verdad con divisiones inferiores, con técnicos calificados y con la competición, el fútbol comenzó a progresar mucho.
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