El presidente de la Federación Boliviana de Fútbol, Carlos Chávez, que fue trasladado al penal de Palmasola por orden de un juez, criticó esa determinación y dijo ayer que pudo haberse quedado en Paraguay cuando se dio el sorteo de la Copa Sudamericana para eludir a la justicia boliviana.
“Jamás me iré de Bolivia, amo este país. En el sorteo de la Copa Sudamericana pude quedarme en Asunción (Paraguay)”, declaró Chávez a los medios tras la orden de encarcelamiento en Palmasola.
Agregó que “aquí no se ha comprobado absolutamente nada, no se ha demostrado nada, lo correcto es que siga la investigación”.
El dirigente dijo que se persigue perjudicar su nueva gestión. “Hay un supuesto golpe de Estado, hay dirigencia que evidentemente acusó a Chávez y Lozada por estafa en el partido Brasil-Bolivia (…) Esta es una intervención directa a las normas de la Conmebol y de la FIFA”, manifestó.
El juez Quinto de Instrucción en lo Penal, Roberto Valdivieso, dictó ayer la detención preventiva de Chávez.
El juez, además, definió otorgar medidas sustitutivas para el secretario ejecutivo de la FBF, Alberto Lozada, quien fue arraigado y deberá cumplir una detención domiciliaria.
Dentro de los casos de investigación, se encuentran el destino que se dio a los 3.5 millones de bolivianos que fueron obtenidos por concepto de recaudación del partido Bolivia-Brasil jugado en abril de 2013 y cuya recaudación debía destinarse en un buen porcentaje a la familia de Kevin Beltrán, el joven de 14 años que perdió la vida en un partido de la Copa Libertadores en Oruro, entre San José y Corinthians en febrero del mismo año.
La detención preventiva de Chávez se produjo después de 14 horas de una audiencia de medidas cautelares que comenzó el lunes y que concluyó ayer. El titular de la FBF fue detenido en Sucre el pasado viernes.
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