Bolivia sacó un triunfo histórico ante un torbellino amarillo; todo se edificó en un primer tiempo donde no le perdonó las licencias a Ecuador, diferencia (0-3) que a la postre selló su suerte, porque quedó un peldaño abajo: 2-3. Este resultado le permite a la Verde poner un pie en cuartos de la Copa América que se disputa en Chile.
Victoria boliviana que echó luz en la definición y se saca de encima el maleficio que se traduce con una sequía de victorias por 18 años, cuando se le ganó a México (3-1) en el torneo de 1997 disputado en Bolivia.
Ésta victoria que funde en festejo a todo un país, como no podía ser de otra manera, tuvo en su capitán Ronald Raldes a su gran conductor, porque su imagen terminó siendo la dominante junto a la soberbia actuación de Ronald Quiñones que le puso candado a su marco.
Fue precisamente el corajudo Raldes (4’) quien enseñó el camino a sus compañeros, cuando acertó con un certero cabezazo de ‘palomita’ y mandó el balón a la red que se coló bajo y cerca al vertical izquierdo del meta Dominguez. El mérito también fue del ‘Suizo’ Smedberg que cobró un corner medido desde la derecha.
Ciertamente el grito de gol era una posibilidad, pese a los choques corporales y misiones persecutorias que era la imagen que mostraba la contienda desde el pitazo inicial. Los ‘canarios’ mostraban su intención de ocultarle balones al rival, y fue en tales circunstancias que era imprevisible el curso que iba a tomar el cotejo.
Y, en este vaivén del balón, de ida y venida, Pedriel robó un balón en tres cuartos de cancha a Ayovi, y cede para Martins, quién ve perfilado a Smedberg y envió un toque casi mágico y el derechazo seco y rasante del ‘sueco’, que dicho sea de paso ya se metió en el corazón de todo un pueblo, elevó la cuenta a dos (18’), porque Dominguez no llegó a conjurar la emergencia.
Sorpresa en el estadio Elías Figueroa, porque la mayor parte del público apoyaba al ‘Tri’ (Ecuador), mientras que la bandera boliviana ondeaba plena en ruedo chileno.
A pesar de que mucho balones pasaban por los pies de Bolaños, de Montero y Valencia, los hombres más adelantados de Ecuador, su dominio no se reflejaba en el marcador, y Quiñones que respondía con acierto, poniéndose a tono con la última línea de la Verde. Precisamente a los 32’ Bolaños en el cara a cara pierde con el meta boliviano.
Dos minutos después, el árbitro Aguilar, sentencia un penal poco convincente en cotra de Bolivia, por una obstrucción de Zenteno a un atacante, y Valencia en su primer intento anulado logra convertir, y en la repetición Quiñones controla el balón al hamacarse a la derecha de su marco.
Cinco minutos después, ante el ingreso de Lizio al área chica, Erazo lo saca del juego con una falta de volapié, y el penal es ejecutado con acierto por Martins para elevar la cuenta a tres para Bolivia, y el delirio Verde era total (41’).
Con ese resultado insospechado, los equipos van al descanso.
En el complemento, el juego se dio en un plano inclinado, porque el balón virtualmente vivía en territorio boliviano, porque Ecuador herido como estaba, tomó la iniciativa desde el vamos y a los 2’ una pelota filtrada de Montero en zona roja coloca a Valencia con arco a disposición y cae el descuento: 1-3.
Por la presión ‘amarilla’, Bolivia se recluye en su zona y opta por resistir el embate. La tozudez de los ecuatorianos puso en emergencia a la Verde. Quiñonez puso lo suyo, Ibarra con arco a su disposición pierde frente a Romel que tapa un balón envenenado (20’). Más tarde (28’)Cazares de 40 m estuvo a punto de sorprender a Quiñones. Luego Ibarra intentó con otro balonazo (35’)
Las alarmas para Bolivia sonaron a los 36’, cuando un derechazo de Bolaños desde 25 m, anuló a Quiñones y el partido se hacía más caliente, Ecuador se ponía a tiro de empate: 2-3.
De ahí en más, el juego fue más intenso. Era una lucha despiadada y a la postre Bolivia soporta extenuada el asedio hasta que el árbitro sentenció la conclusión.
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