La cabeza de Fernando Humérez rodó ayer al perder el respaldo de la mayoría de los clubes del Consejo Superior de la Liga, que pidieron su renuncia. En su lugar asumió como presidente interino Marco Ortega, titular de Real Potosí, quien será candidato en la próxima elección convocada para dentro de dos semanas.
Humérez, a quien se le observó algunas determinaciones que tomó en su corta estadía como mandamás de la Liga (siete meses desde fines de noviembre del año pasado), no tuvo otra que presentar su renuncia irrevocable.
En 2014, al mando de los clubes Bolívar y Oriente Petrolero se conformó un fuerte grupo liguero de oposición a la gestión de Carlos Chávez como presidente de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), propugnando el cambio. Sin embargo, Humérez, que fue elegido para ese objetivo, terminó fuera más rápido de lo previsto, en medio de una crisis dirigencial liguera que desde ayer busca recomponerse.
Los presidentes y delegados de los 12 clubes reunidos en Cochabamba este viernes tomaron la decisión de renovar el cargo presidencial. A tres dirigentes del propio Comité Ejecutivo de la Liga que le pidieron hace semanas la renuncia a Humérez se sumaron varios clubes. El dirigente, ya con escaso respaldo, puso sobre la mesa su carta y se marchó.
Por unanimidad, el Consejo Superior decidió que Ortega asuma interinamente para atender asuntos sobre todo administrativos urgentes y, en el marco del Estatuto Orgánico de la Liga se convoque para el 10 de julio a un Consejo Superior ordinario, donde se elegirá al nuevo presidente.
En esa ocasión, también será renovado parte del directorio, debido a que otros tres cargos deberán ser cubiertos: dos vicepresidencias, una quedó acéfala por el descenso de Universitario de Pando, y la otra va camino a ello si Ortega, actual vicepresidente, se postula a la presidencia.
Asimismo los clubes aceptaron la renuncia de Jorge Laguna (Universitario) a la cartera de tesorería. El dirigente presentó su dimisión en el anterior Consejo Superior al considerar que el directorio del cual formaba parte no cumplió con los objetivos que se había trazado y, por tanto, se negó a ser “más de lo mismo”.
“Hoy mismo (anoche) nos vamos a Santa Cruz para interiorizarnos de todo lo que pasa en las oficinas de la Liga. Urge atender temas administrativos que no pueden detenerse y un tema impositivo que también nos obliga a trabajar bastante durante estos días”, dijo Ortega. Añadió que tiene la predisposición de candidatear a la presidencia y que para ello va a elaborar un proyecto serio y sostenible a largo plazo.
En el Consejo liguero también trascendió que el dirigente de Bolívar, Wálter Zuleta, analiza junto con su club postularse al cargo. Al ser consultado por los periodistas, Zuleta sostuvo que no se brinda ni se excusa, pero se tiene que debatir bien para elegir al próximo titular.
“Yo tengo una misión federativa, pero no se descartaría la posibilidad de ir a trabajar desde otro ámbito. Es una posibilidad cierta, real, por la experiencia y el conocimiento de años que uno tiene en la dirigencia liguera. Dependerá de las situaciones que se presenten”, aseguró Zuleta.
Es unánime: Chávez debe irse
El Consejo Superior de la Liga no hizo ninguna comunicación oficial ayer, pero durante la reunión hubo unanimidad en un pedido: Carlos Chávez debe renunciar a la presidencia de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF). En el anterior Consejo, la Liga le pidió al máximo dirigente del fútbol nacional su renuncia irrevocable; mientras que la Asociación Nacional de Fútbol (ANF), le sugirió que ponga su cargo a disposición.
En lo único que están de acuerdo los clubes es en esa postura. En cambio, en lo relacionado con la conducción de la Liga, hay diferencias. Bolívar, Oriente y Sport Boys mantienen una postura diferente a la que maneja la mayoría de los clubes. Éstos analizan respaldar a Marco Ortega.
Sin embargo, una fuente liguera dijo que “en el grupo de la minoría hay buenos operadores y eso hay que ver”, en alusión a que, en las dos semanas que quedan antes de la elección, se van a dar una serie de gestiones. Lo que los ligueros quieren es elegir una opción con un buen proyecto.
“Un candidato puede ofrecer el cielo y la tierra, pero a nosotros nos interesa un plan de trabajo que nos ayude a salir de la crisis. Ya no debemos perder el tiempo como hasta ahora”, dijo César Salinas, presidente de The Strongest. Carlos Ribera, delegado de Oriente, sostuvo que no se pueden equivocar otra vez.
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