El centrocampista chileno Arturo Vidal, que protagonizó un accidente de tráfico en estado de ebriedad la noche del martes, quedó ayer en libertad por decisión de un tribunal de Garantía, informaron fuentes judiciales.
Tras ser puesto en libertad, el jugador se desplazó directamente a la sede de la selección chilena en Juan Pinto Durán, donde se encuentra el resto de la delegación.
El juez decidió solamente retener la licencia de conducir al futbolista y dejarlo con control de firma mensual durante los 12 días que dio de plazo a la Fiscalía para completar la investigación.
Esa firma, determinó el magistrado del Juzgado de Garantía de la localidad de San Bernardo, vecina a Santiago, la podrá estampar una vez al mes en el Consulado de Chile en la ciudad italiana de Milán, el más cercano a Turín, donde el jugador vive y juega con el Juventus, actual campeón de Italia.
Vidal viajaba a 160 kilómetros en su Ferrari rojo cuando chocó a otro vehículo y saltó de la calzada a 25 kilómetros al sur de Santiago, cuando regresaba a la capital para unirse a la concentración de la selección de Chile, tras una jornada de permiso.
El futbolista viajaba junto a su esposa, María Teresa Matus, y había pasado su permiso en un casino antes de emprender el regreso a la capital.
Al futbolista, que sufrió algunas lesiones leves, le fue practicado un control de alcoholemia después del accidente y, según versiones extraoficiales, marcó 1.2 gramos de alcohol por litro de sangre. La ley chilena establece el estado de embriaguez a partir de 0.8 gramos.
El centrocampista debió pasar la noche en una comisaría, desde la cual fue conducido la mañana de ayer directamente al tribunal para afrontar la audiencia, que se prolongó por unas tres horas.
Vidal ha sido hasta ahora el mejor jugador chileno en la Copa América, con tres goles anotados en dos partidos y el incidente ha dejado en entredicho su continuidad en la plantilla.
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