Cristian Fabbiani, ahora en Sport Boys Warnes, de Bolivia, se ilusiona con la chance de retorno a La Lepra

Cristian Fabbiani, ahora en Sport Boys Warnes, de Bolivia, se ilusiona con la chance de retorno a La Lepra para el año próximo. “Estoy en una etapa en la que quiero disfrutar mis últimos años como jugador y terminar de la mejor manera”, dice, sin remordimientos ni asuntos pendientes...

¿Cómo es tu actualidad en Bolivia?

-Me sorprendió el fútbol boliviano para bien, pero la organización es un desastre. Jugás cuatro fechas de local y después cuatro seguidas de visitante. Con el tema de la altura la competencia no se hace pareja, por eso siempre terminan peleando los mismos.

-¿Coincidís con los que te acusan de no haberte cuidado en tu carrera?

-Las cosas suceden por algo, el tema no pasa por cuidarse. En River nunca pensé que me iba a ir de esa manera. Tampoco me fue mal, pienso que se exageró mucho en un año que fue muy político. Ahora estoy tratando de hacer las cosas bien acá, pero es muy difícil porque de cuatro meses cobramos uno sólo. Más que nada porque algunos ganan muy poca plata y no tienen ni para vivir, ni para sus hijos. En este momento se solucionó un poco el tema porque mis compañeros Hoyos, Andrada y yo no cobramos un sueldo para que sí pueda hacerlo todo el plantel. Los jugadores bolivianos están muy desprotegidos, no tienen un gremio fuerte. Es por eso que se les hace muy complicado rendir de buena manera.

-¿Estas cosas te hacen extrañar nuestro país?

-Sí, igualmente estoy tranquilo porque es probable que en diciembre vuelva a jugar a la Argentina. Tengo una propuesta de volver a Newell’s el campeonato que viene. Estoy contento porque me siento muy bien para volver a jugar, hace mucho que no estaba así. Además ya formé mi familia, fui papá hace un mes. Ya tengo 31 años y todo lo que hice no sé si lo hice bien o mal, pero ya pasó. Estoy en una etapa en la que quiero disfrutar mis últimos años como jugador y terminar de la mejor manera.

-Hace muy poco le diste un consejo curioso a Icardi: le dijiste que no se pierda por una mujer. ¿Acaso eso te pasó?

-Yo no le doy consejos a nadie. Creo que la gente está equivocada, no porque uno salga en la tele tiene que ser ejemplo de algo, uno tiene que ser como es. Fue raro porque cuando yo jugué en River estaba casado y no hacía nada fuera de lo común, vivía la vida de una persona casada. A las 10 de la noche ya estaba en la cama. Pero bueno, tuve la mala suerte que llegué a un equipo que en ese momento no rindió, porque si vos te fijás Falcao hoy es uno de los mejores jugadores del mundo, también estaba Augusto Fernández, Lamela, Gallardo, Ortega, Cabral está jugando en España hace cuatro años. Llegué en un momento que el equipo no se encontraba y que no se pudo hacer lo que uno esperaba.

-Compartiste vestuario con Gallardo. ¿Ya se le notaba su vocación de entrenador?

-La verdad yo no me juntaba mucho con Marcelo, sino más con Almeyda y con Ortega. Hablábamos lo normal. Adentro de la cancha siempre los escuchaba por su trayectoria.

-¿Te gustaría hacer dupla con Teo Gutiérrez en este equipo?

-Yo creo que en este River le gustaría jugar a cualquiera. Si yo me pongo a pensar el equipo que había cuando yo estuve en el primer semestre de 2009, fue uno de los mejores de mi carrera. Anduvimos bien pero después todo el equipo se desarmó.

-¿Qué te quedó pendiente como futbolista?

-Volver a Lanús para ser campeón y también darle el gusto a mi viejo, que está en el cielo, de jugar en Huracán. Mi viejo era fanático y yo el primer club en el que hice inferiores fue en Huracán, entonces me encantaría. Sigo la campaña del Globo porque tengo amigos en el equipo y varios amigos míos son hinchas. También me gustaría volver a Newell’s. Sé que hay gente que me quiere y gente que no, pero si hago las cosas bien, como lo hice ya una vez, creo que todos van a estar contentos. Veremos si se da mi regreso al club.

-¿Una vez retirado te ves con el buzo?

-Sí. Desde hace un año vengo haciendo el curso por Internet. Vamos a ver qué pasa, pero todavía falta. Mi equipo jugaría al fútbol, como hoy lo hace el River de Gallardo. Como dije, lo más difícil es pasarle la pelota a un compañero. Eso tiene que ver con las inferiores porque creo que no se trabaja bien en la formación. En todos los clubes buscan más el trabajo físico antes que lo táctico. Por eso se corre mucho y se corre de más.