Todo estaba listo para la relección de Chávez por cuatro años más al mando de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF). Los electores, 28 personas de la ANF, de la Liga y del comité ejecutivo de la federación, fueron llegando con cuentagotas, hasta que el congreso, que debía comenzar a las 10:00, recién se inició a las 10:45. Los 30 policías comprometidos, desde hace dos semanas, para dar seguridad al congreso no llegaron. Es más, los dirigentes federativos afirmaron que una orden de alguien de peso del Gobierno prohibió la presencia de los efectivos.
Ante esta situación, seis guardias de Falcon eran los únicos que controlaban el ingreso, todo a pesar del anuncio que iban a llegar barras bravas de Oriente y fanáticos de Warnes para impedir por la fuerza la relección de Chávez. A nivel local se había organizado la defensa del congreso con los integrantes de la FUL. Al final, ninguna de estas fuerzas apareció, pues tres bloqueos en diferentes puntos de la carretera entre Santa Cruz y Trinidad impidieron la llegada de los barras y de los warneños.
Primer susto
Cuando se llegó al informe de gestión de Chávez y el congreso avanzaba lentamente, tres jóvenes sin oposición alguna ingresaron hasta las puertas del salón y lanzaron una granada de humo, que para bien no dio en el blanco, pues la intención era que quebre el vidrio y entre al ambiente cerrado. El artefacto chocó en las escaleras y cayó al patio. Con tanto humo, varios dirigentes se asustaron y salieron a ver qué pasaba, mientras que otros se quedaron para que el congreso no se detenga.
Los causantes del hecho emprendieron la fuga, pero el vehículo ubicado a una cuadra no funcionó y tuvieron que huir a pie. En el interior de la camioneta Nissan se encontró varias granadas de humo, que luego una persona sacó y lanzó a un terreno. La Policía intervino y lo aprehendió. Luego apareció el dueño de la movilidad, con placa 3035 KYS, Jhonny Feney, que afirmó que la había prestado a un amigo y que este se la dio a otra persona. Hasta el cierre de esta edición se manejó la información de que los autores del hecho eran cruceños, pero que no se tenía más pistas de ellos.
Fuera de control
Una vez que pasó el susto de la granada de humo, la Policía recibió una llamada para alertarle que en Coteautri había una bomba. Ante esta situación, los efectivos intentaron parar el congreso en cuatro ocasiones para realizar una revisión completa, pero recibieron la negativa de los organizadores, que en su defensa afirmaban que esta era una maniobra para evitar la relección de Carlos Chávez.
A las 14:00, la fuerza del orden volvió con más efectivos, unos 50, y con el comandante de la Policía de Trinidad, Guido Parada, decidido a intervenir como sea. Fue así que lograron prácticamente por la fuerza desalojar el salón y cuando seguidores de Carlos Chávez intentaban realizar la relección en el patio de Coteautri, lanzó gases lacrimógenos. La acción provocó que la gente abandone la cooperativa rápidamente. Entre los más afectados por el gas estuvieron Chávez, Alberto Lozada, Ernesto Álvarez y Carlos Ribera, este último candidato del bloque opositor.
En esos instantes de desesperación hubo vecinos de la zona que ayudaron con vinagre para que los afectados pudieran respirar con normalidad. Los gritos en contra del Gobierno no faltaron, pues era al que apuntaban como el causante de esta intervención. Ya en la calle, Chávez y sus seguidores decidieron instalar de nuevo el congreso en la plazuela del Estudiante, a una cuadra de Coteautri.
La votación fue rápida. Luciano Negrete, delegado de la ANF, fue preguntando uno a uno sobre el voto. Los 12 de las asociaciones, incluido el de él, fueron para la continuidad de Chávez.
Luego vinieron los ligueros, con siete votos a favor del dirigente, que se aseguró el mando hasta 2018. Los cinco clubes opositores (Oriente, Bolívar, Wilstermann, Sport Boys y Universitario de Sucre) no participaron del congreso instalado en la plazuela. Los cuatro integrantes del comité ejecutivo de la federación también apoyaron la continuidad (ver cuadro)
RIBERA DICE QUE LA ELECCIÓN ES ILEGAL
La relección de Carlos Chávez Landívar es ilegal para el único candidato opositor, Carlos Ribera, que no estuvo en la plaza del Estudiante, luego de que todos los participantes fueron obligados a salir de la sala de reuniones de Coteautri, donde la Policía intervino con gases lacrimógenos.
“El congreso no terminó, lo último que se habló fue en el patio de Coteuatri. Luego de los gases todos salimos a la calle en diferentes direcciones y a alguno se le ocurrió decir que se hiciera la reunión en la calle, y eso no es serio, ya que legalmente se debe notificar para cambiar de sede”, explicó Ribera, que igual que sus colegas dirigentes salió con lágrimas en los ojos tras la gasificación.
El único candidato de la oposición denunció que la comisión de poderes solo se designó, pero no fue instalada, ya que a él no le pidieron sus documentos y requisitos para ser verificados.
“Estoy con todos mis papeles acá y ellos no pueden decir si estoy o no habilitado, si no los tenían”, aseguró Ribera.
Ribera, José Ernesto Álvarez (Oriente), Guido Loayza (Bolívar), Fernando Humérez (Wilstermann) y Osvaldo Paz (Sport Boys) también fueron invadidos por el miedo.
Álvarez fue uno de los más afectado, pues pidió agua para quitarse el gas, lo mismo que Luciano Negrete, miembro de la ANF. Loayza estaba a un costado de la calle con los ojos aguados, mientras decía: “Eso no puede estar pasando”. ‘Chino’ Paz abandonó el lugar por cuidar su salud
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