En 2004, la Academia obtuvo el subtítulo de la Copa Sudamericana, en esos partidos estuvo este centrodelantero de notables condiciones. Hace notar que, más allá de que Bolívar siempre fue un grande, hoy se maneja de manera diferente, más profesional. “Más temprano que tarde llegará la consagración final”, dice.
— ¿Cómo se imagina la semifinal de ida de la Copa Libertadores?
— Sin duda que será una llave difícil como fue la de Lanús, pero Bolívar tiene un gran equipo, juega muy bien de visitante, eso cuenta; y de local seguro que se hará más difícil. Ahora pienso que hay una incertidumbre sobre cómo vuelven los equipos después del Mundial, luego de un parate un tanto extenso y creo que para los equipos será complicado ser los de antes. Acá para San Lorenzo será su primer partido oficial, solo jugó algunos amistosos, y eso es otra cosa.
— ¿Qué opinión le merece lo hecho por Bolívar hasta ahora?
— No creo que sea sorpresivo como escuché decir acá, porque Bolívar más bien nos tiene acostumbrado a buenas campañas en el exterior. Es el mayor referente de Bolivia, pero ahora por lo que vimos en la Copa, sin duda jugó buen fútbol, con buenos argumentos y todo lo que hizo lo tiene muy bien merecido.
— ¿Cómo se imagina a la Academia en el Nuevo Gasómetro?
— Por lo que pude ver es un equipo rápido, con dos virtudes más: se para bien atrás, es decir se ordena mejor y lo otro es que sabe salir y contragolpear bien con el Conejo (Juan Carlos) Arce y lo hacia con el mismo (William) Ferreira. Así lo vi en varios partidos de Copa por la televisión y en vivo acá en la cancha de Lanús.
— ¿Sin el uruguayo William Ferreira, Bolívar será el mismo?
— No sé mucho de (Carlos) Tenorio, no quiero opinar errado, pero creo que se sentirá la ausencia de William. Fue su jugador más importante, aunque ahora hay que pensar en el equipo.
— ¿Del Bolívar que usted integró al de ahora hay muchos cambios?
— Sí y tengo que ser sincero: cuando lo visité acá con Lanús vi un club con un manejo muy distinto, desde detalles como la utilería, transporte, tener un jefe de Prensa, su logística y con el pago puntual al equipo. No siempre fue así, es decir Bolívar siempre fue un equipo grande, respetado, pero a mí me tocó pasar etapas duras e insólitas, como tres meses de sueldo retrasado sin tener todo como se quiere. Si bien (el expresidente Mauro) Cuéllar tenía virtudes de gran dirigente para mantener al grupo, había también momentos en que nos trataba mal. Pese a eso hicimos creo hasta ahora la mejor campaña del club a nivel internacional.
— ¿Se imagina a los celestes en la final de la Copa Libertadores?
— Seguro. Lo que pasa es que a nivel de Sudamérica se vio una revelación de los equipos no tradicionales y por eso mismo es que habrá nuevo campeón si vemos a los semifinalistas, entonces sí es posible ver a Bolívar campeón. Hoy se emparejó todo y no están los poderosos de Brasil, los Boca y River de Argentina o los uruguayos que son fuertes. Ahora veo en Bolívar categoría y profesionalismo, por la forma cómo se maneja al club, su planificación, orden, inversión, todo lo que tienen los clubes grandes. Por eso mismo creo que más allá del resultado de esta semifinal, si los dirigentes apuestan por el mismo camino, siento que más temprano que tarde llegará la consagración final.
— ¿Cómo fue jugar una final, aquella de 2004?
— Sí, ese año nos enfrentamos (en semifinales) a Liga en Quito, donde empatamos 1-1, tuve la suerte de convertir el gol. En La Paz ganamos 2-1 y eso nos permitió pasar a la final. También hice un gol y otro lo hizo Nacho García. Luego vino la final con Boca y también hice el gol del triunfo en La Paz. Creo que ese tanto es el más valioso de mi carrera, y además esos partidos en sí fueron importantes y valiosos de cuando fui jugador. Creo que me tuve mucha confianza, además teníamos un equipazo.
— ¿Cuáles son los sentimientos cuando se disputa estas instancias?
— La verdad, es maravilloso, porque es llegar a la parte final de toda una campaña previa que hiciste y es agradable disputar porque están los mejores equipos. Liga era y es muy poderoso y lo sacamos, y Boca es un grande en el mundo.
— ¿Alguna recomendación a los jugadores de Bolívar sobre cómo encarar estas instancias decisivas?
— Recomendación no, ellos son jugadores de talla, pero una de las claves es que los chicos estén unidos, convencidos y hagan lo suyo. Ya mostraron que son un gran equipo.
— ¿Usted jugó ante San Lorenzo en la Sudamericana de 2002?
— No, yo ya estaba en el equipo, pero ocurrió un inconveniente con el pase porque parece que no se había pagado alguna plata, entonces no salía desde Santa Cruz. Pero la llave la definieron ellos a su favor, porque en La Paz Bolívar ganó 2-1 y allá ellos golearon y nos quedamos fuera (4-2).
— ¿Qué sabe de San Lorenzo?
— Es un equipo que tiene un entrenador que apunta al orden táctico. La orden de (Edgardo) Bauza seguro será que salgan a definir el partido y traten de anotar porque saben que la vuelta será diferente. Me imagino que al inicio ambos se estudiarán y de ahí el local seguro presionará con todo.
— ¿Algún mensaje al plantel o a la hinchada del club?
— Al equipo lo saludé la anterior ocasión que estuve acá, en Buenos Aires, y luego lo vi en la cancha. Bolívar tiene un gran plantel y no está nada imposible pelear por llegar a la final y ojalá que le dé una gran alegría al pueblo boliviano. Y como un hincha más de Bolívar, tengo el deseo de que ojalá por fin pueda celebrar un título internacional para la institución.
— ¿Irá al fútbol?
— Seguro que iré y bien temprano como ante Lanús. Ya tengo boletos y, como siempre lo digo, jugué en varios clubes profesionalmente, como 12, y en cinco países diferentes, pero por el único equipo que siento un cariño más allá de lo laboral es por Bolívar. Entonces tengo una esperanza de que pasará a la final.
— ¿Qué se imagina para la revancha en La Paz?
— Que igual hará un gran partido, pero antes es importante sacar en Argentina un buen resultado; luego, dar el paso decisivo a la final, como cuando lo hicimos en 2004 en la Copa Sudamericana.
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