miércoles, 23 de julio de 2014
El argentino San Lorenzo recibe hoy (18.45) al boliviano Bolívar en la semifinal de ida de la Copa Libertadores
El pasaporte a la final está en juego. ¡A una final de Copa Libertadores de América ni más ni menos!, un sitial al que nunca antes un boliviano pudo llegar. Bolívar tratará de hacerlo. ¡Quién otro! Es, de nuestros equipos, el más copero. La Academia está jugando la Libertadores por trigésima vez y, a no dudarlo, hasta aquí ya ha hecho una gran campaña. Pero quiere más.
El conjunto celeste visitará esta tarde-noche (18.45) al San Lorenzo de Almagro argentino, en el partido de ida de las semifinales. Lo que resulte de él puede marcar el futuro de ambos o dejar las cosas abiertas hasta que se vuelvan a encontrar en el estadio paceño Hernando Siles el miércoles 30 de este mes, en la revancha y la confrontación definitiva.
Tampoco San Lorenzo ha jugado una final de esta Copa, la más importante de clubes de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol). Si bien es uno de los cinco equipos más grandes del fútbol argentino, de todos ellos es el único que no ha tenido semejante privilegio. Estando ahora tan cerca lo quiere lograr.
Con el partido de anoche, la otra semifinal, entre el paraguayo Nacional y el uruguayo Defensor Sporting, se reanudó la actual edición de la Libertadores, unos dos meses y pico después de haberse paralizado para dar lugar al Mundial Brasil 2014. El asunto, el paréntesis, no deja de ser un perjuicio. Todos los equipos andaban en ritmo; los cuatro semifinalistas, en buena racha, detalles que se han cortado.
En el caso de Bolívar, vuelve sin William Ferreira. No es un detalle menor. Fue, por anotar algo, el hombre que empató en Buenos Aires en el primer minuto de adición, cuando la Academia visitó en cuartos al Lanús. Sin ese tanto —sin otros que hizo el uruguayo— quizás el conjunto boliviano no estaría en esta muy buena situación.
¿Cómo lo reemplazará Azkargorta? Más allá de eso, hay que esperar que a Bolívar le siga yendo bien. Tiene —a no olvidarlo— nueve partidos seguidos sin perder, como ningún otro. Y aunque cayó en su debut ante Emelec en Ecuador, ninguno de sus rivales fue superior; es más, el celeste fue mejor que varios de ellos.
San Lorenzo lo sabe. Aun así, hoy tratará de marcar la diferencia. Los argentinos quieren anotar dos o tres goles y no recibir ninguno. Para Bolívar sería magnífico un empate o perder por poco. Eso sí, pase lo que pase, habrá que esperar para dar el definitivo dentro de una semana, en el Siles.
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