Bolivia fue a defenderse y lo hizo bastante mal, por eso fue presa fácil de Paraguay, que le ganó por goleada (4-0) ayer en Asunción y mandó a la Verde al último lugar de las eliminatorias sudamericanas rumbo al Mundial Brasil 2014.
Con este resultado, la selección nacional perdió —ahora sí— toda chance aritmética de ocupar por lo menos el quinto lugar en las posiciones y aspirar al repechaje, de manera que una vez más —la quinta consecutiva— quedó eliminada de una Copa de la FIFA, aunque todavía le falten por jugar dos encuentros.
Poner tanta gente de marca de mitad de cancha para atrás no le sirvió de nada al planteamiento propuesto por Xabier Azkargorta, porque el equipo fue vaciado continuamente por el rival y los goles llegaron, más que por virtudes de los guaraníes, por las concesiones que dieron los jugadores del equipo boliviano.
El marcado interés por cuidar el arco propio desnudó a la vez la fragilidad del equipo, y si se notó hacia atrás, también fue evidente hacia adelante, porque Bolivia generó muy pocas opciones de ataque dejando a Martins como hombre solitario adelante y sin un apoyo desde la mitad de la cancha, una descoordinación que pesó y mucho en el partido.
La defensa boliviana no hizo nada cuando a los 17 minutos vino un centro desde la derecha, hacia el segundo palo, donde Fabbro, sin marca, derrotó a Galarza que también había tenido un movimiento en falso.
El resultado (1-0) no se movió más durante ese primer tiempo, pero no es que Bolivia hubiera conseguido equilibrar el juego o cosa parecida, sino que Paraguay no pudo concretar en gol las varias ocasiones que siguió generando. En una de esas, Raldes despejó de la línea y en otras Galarza estuvo acertado cuidando su pórtico.
El segundo tiempo fue peor para la selección verde, porque los cambios, con la decisión de poner una línea de cuatro en el fondo y darle más salida al equipo, no funcionaron, más bien los espacios fueron todavía más evidentes y bien aprovechados por el conjunto albirrojo.
Santa Cruz cabeceó solo a los 2 minutos y anotó el segundo, Raldes no llegó nunca a la cobertura. El dominio paraguayo fue continuo y Ortiz, con total comodidad, convirtió el tercero a los 35’, siempre ante una defensa boliviana estática. Y, por último, Gómez, una vez más de cabeza (38’), puso la cifra definitiva, un 4-0 que, por como fue el encuentro, pudo ser mayor.
La figura - Roque Santa Cruz
Uno de los veteranos que puso Paraguay fue el gran conductor del equipo. Además, hizo un gol y demostró que sigue vigente
El árbitro - bien
El peruano Víctor Carrillo no tuvo grandes errores, dirigió bien. Además, el partido fue tranquilo, sin conflictos entre jugadores de ambos equipos
Los datos
Debutante
Desde su ingreso a los 69 minutos, Leandro Maygua debutó en la selección. Antes no había jugado partidos ni amistosos.
Oficiales
Otros dos futbolistas, que ya actuaron antes, jugaron por primera vez en eliminatorias: Abraham Cabrera y Danny Bejarano.
Van dos
La derrota de anoche es la segunda goleada sufrida por Bolivia en estas eliminatorias. La primera y mayor fue el 5-0 de Colombia, ambas con Azkargorta como DT.
Azkargorta pone tres jóvenes de entrada
Abraham Cabrera, en la zaga; Pedro Azogue y Danny Bejarano, en el medio campo, fueron las apuestas jóvenes de Xabier Azkargota en una selección nacional plagada de experimentados: De los tres, Cabrera es el que más edad tiene (22 años) e hizo su debut oficial con la camiseta verde. A su lado estaban veteranos de la talla de Edemir Rodríguez, Edson Zenteno, Ronald Raldes y Luis Gutiérrez.
Azogue (20) ya tiene varios partidos con el seleccionado, pero es de la nueva camada, lo mismo que Bejarano (19), el más joven de todos los nacionales anoche. Después ingresó Leandro Maygua (21), que hizo su debut absoluto, porque antes no había jugado ni siquiera amistosos. En todo caso, a los más chicos no les ayudó la pose defensiva que tomó la selección en este encuentro y no pudieron complementarse con los experimentados.
El partido número 50 del ‘bigotón’
Tiene más partidos
Xabier Azkargorta es el técnico con más partidos en la selección boliviana, anoche llegó a los 50 (37 de ellos en su primera etapa, entre 1993 y 1994). Ningún otro entrenador que dirigió a la Verde pasó los 40 encuentros.
Las goleadas
Pocas veces Bolivia fue goleada con el Bigotón —así le llaman a Azkargorta— en el banco nacional. De su primera época se recuerda el 6-0 que le propinó Brasil en 1993, por las eliminatorias. Y en las actuales cayó ante Colombia 5-0 y ayer, frente a Paraguay, fue 4-0.
Paraguayos
Paraguay también puso algunos jóvenes en la cancha, que ayudaron para obtener el triunfo. Los debutantes fueron los mellizos Óscar y Ángel Romero, el defensa Gustavo Gómez y el adolescente de 17 años Antonio Sanabria. Todos le dieron un aire fresco al seleccionado guaraní.
Óscar Dorado Vega: Demasiado lejos de lo que cabía
Se hace abstracción del descenso a lo más hondo de la tabla. Ya llegará, entretanto, el momento de referirse al venidero compromiso frente a Ecuador. Entonces, aludir a lo sucedido anoche (visto mediante una transmisión televisiva con baches) lleva a esta conclusión lapidaria e indiscutible: Paraguay fue de lejos superior. Por eso el 4-0.
Si el marcador ahorra explicaciones para fundamentar el éxito del local, es menester anotar, como complemento, que Bolivia, lamentablemente, careció de argumentos para constituirse en un rival siquiera medianamente peligroso.
Durante la primera parte el equipo se agrupó con cierto orden (así como lo consiguió, lo extravió) e intentó frenar las embestidas albirrojas a través del cierre de espacios. Sin embargo, retrocedió mal frente a la movilidad del oponente y ese defecto provocó que las inquietudes de Galarza se repitieran. En este contexto es imposible desconocer que Jonathan Fabbro, en plena área, abrió la cuenta sin marca alguna.
La Verde volvió —como tantas veces— a remar cuesta arriba. Para colmo, le costó demasiado hacerse de la pelota y cuando la tuvo fue perdida muy pronto, apenas en la segunda jugada. Eso dio lugar a que el propio jugador de River Plate y Víctor Ayala estuvieran muy cerca de la ampliación. Y, de paso, a que la generación del visitante se redujera al mínimo.
La necesidad obligó a cambios tras el descanso. Rudy Cardozo y Juan Carlos Arce entraron para asociarse a Marcelo Martins, objetivo finalmente no consumado. Y mientras el cuadro trataba de acomodarse a quedar con cuatro en el fondo, sufrió el segundo frentazo bombeado de Roque Santa Cruz). Resultó el golpe de gracia. Una zaga en línea —grave falla conceptual— contribuyó al tercero, de Richard Ortiz, que la empujó en el cara a cara con Sergio. Y si ya había una minúscula dosis de juego efectivo, las reservas anímicas cayeron en picada y Gustavo Gómez, luego de un lanzamiento de esquina, convirtió el último.
Como expresión de ocasiones reales de descuento sólo contabilizamos una de Martins y otra de Cardozo. Muy poco. En los duelos personales casi siempre sucumbieron los nuestros. La presión paraguaya en zona contraria resultó incontrolable y ello provocó que, generalmente, el trámite se desarrollara muy lejos de Anthony Silva. Con semejante cantidad de factores adversos y/o erráticos el panorama se tornó más que denso. Ah, y por si algo hacía falta, la actitud —que en fútbol no es lo mismo que voluntad— distó de ser la adecuada. No hace falta adentrarse en razones adicionales para continuar explicando un contraste tan duro como inapelable.
Óscar Dorado Vega es corresponsal en Bolivia de Fox Sports.
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