Brasil 2014. El ‘Bigotón’ no se siente culpable de la eliminación. Considera que la selección jugó bien y que le faltó el gol para conseguir el objetivo. No comparte la idea de formar un equipo para el llano y otro para la altura. Quiere continuar en el cargo y se proyecta al próximo Mundial
COCO URQUIZO - EL DEBER
El fútbol es el fenómeno social más grande del mundo, por eso es el más popular de los deportes. Provocó unidad y también división entre los pueblos. Sus actores son personas de carne y hueso, expuestas al elogio y a la crítica. Como seleccionador nacional, Xabier Azkargorta está en el ojo de la tormenta.
Al ‘Bigotón’ se le endilga la responsabilidad de la eliminación del Mundial 2014, él se defiende y dice su verdad.
¿Qué balance le deja la campaña de Bolivia?
No ha sido lo que esperábamos, pero debemos reconocer que este es el nivel del fútbol boliviano. No podemos hacer más. Enfrentamos jugadores que militan en los mejores clubes del mundo y algunos de nuestros convocados no son ni siquiera titulares en sus clubes.
¿A qué se debe eso?
Trabajamos basados en un esquema y escogemos a los jugadores que pueden desempeñar los roles que les asignamos. Volviendo a sus clubes, no depende de mí que sean titulares.
¿A quiénes se refiere?
Puntualmente a (Romel) Quiñónez. Hizo un partidazo frente a Ecuador, volvió a su club (Bolívar) y no es titular. (Jaime) Arrascaita se mandó un golazo, lo vieron en todo el mundo y no tenía ni contrato.
¿En qué le afecta?
Es determinante. Mientras nuestros rivales juegan en las principales ligas del mundo, nosotros seguimos tropezando con problemas que a la larga repercuten en los resultados. No es lo mismo jugar entre nosotros (campeonato de la Liga), que enfrentarse a un jugador que vienen del Calcio (Italia), del fútbol francés, de la Premier League (Inglaterra) o de la Bundesliga (Alemania).
¿Por qué no se consiguió el objetivo Brasil 2014?
Porque en una competición de tres años suceden muchas cosas. Se lesionan algunos jugadores, otros no mantienen el nivel de competición con el que comenzamos y en el transcurso aparecen algunas figuras. Por el mismo tiempo de competencia se experimentan hechos que forman el proceso.
¿Y los resultados?
Excepto los partidos que jugamos contra Colombia y Paraguay, que nos ganaron bien, en los demás tuvimos un buen desempeño. No fuimos un desastre como algunos quieren hacer pensar. Cuando iniciamos este camino (a Brasil 2014) perdimos un partido en el que jugamos a gran nivel. Ecuador nos ganó con un penal discutido, pero nadie puede negar que Bolivia jugó bien.
Jugar bien no alcanza...
Claro que no alcanza, eso no lo vamos a discutir. Por ejemplo, contra Chile (en Santiago) íbamos 1-2 y fuimos a buscar el empate. En un contrataque nos meten el 3-1. Son riesgos que se deben correr en el fútbol. Sabemos que nos falta gol.
¿Cómo se consigue el gol?
Con mucho trabajo en los clubes y no en la selección. Solo por mencionar un ejemplo, miremos el partido de Bolívar y Universitario (4-2). Los goles de la academia los hicieron dos españoles (Miguel Callejón y José Luis Sánchez) y (William) Ferreira, por doble partida. Para Universitario anotaron Rubén de la Cuesta y (Martín) Palavicini. Los seis goles del partido fueron convertidos por futbolistas extranjeros y la selección no puede contar con ninguno de ellos.
¿Este fracaso es su culpa?
De ninguna manera. Nunca, ni siquiera cuando fuimos al Mundial, dije que el éxito fue mío. Todos somos parte de un equipo y entre todos la responsabilidad es compartida.
Guido Loayza me dijo que todos los responsables de este fracaso se vayan, ¿se irá usted?
Respeto lo que diga Guido, pero no lo comparto. Él puede tener su punto de vista, así como la tiene Carlos Chávez; en el fútbol es imposible pensar que todos tengan la misma opinión.
¿Quiénes deben irse?
Yo solo respondo por mí.
¿Se enemistó con Loayza?
No, de ninguna manera. Me llevo muy bien con todos, más con Guido Loayza (fue presidente de la FBF cuando se clasificó al Mundial 1994).
¿Trabajar con Carlos Chávez hizo que alguna gente le dé la espalda?
No lo creo. En los años que llevo en el fútbol he comprobado que es difícil lograr la unanimidad, siempre hay discrepancias. Yo respeto el modo de pensar de los demás.
¿Con Loayza le fue bien y con Chávez le fue mal?
No lo veo de esa manera, son distintas realidades y son diferentes los conceptos.
¿Le fue bien en la altura y mal en el llano?
Eso nada tiene que ver en esto.
¿Tuvo éxito con dirigentes collas y fracasó con los cambas?
Yo trabajo con dirigentes bolivianos. Dirijo una selección, no un club de fútbol. Las regiones están ajenas a todo esto.
¿Por qué algunos de los jugadores que fueron al Mundial hablan mal de usted?
Julio César Baldivieso tuvo una buena relación conmigo, lo llevé a jugar en el Yokohama (Japón). Incluso cuando le tocó dirigir Aurora me preguntó si hacía bien siendo jugador y ejercer como técnico. Me sorprendo cuando veo en la prensa lo que declara sobre mí. También sale Álvaro Peña dándome palo, diciendo algunas cosas. Lo llamé para que podamos hablar de tácticas y estrategias y no apareció.
Son los dos únicos, después con los demás me llevo de maravilla. (Erwin Sánchez) Platiní me dice ‘teacher’, conversamos seguido con (Carlos Leonel) Trucco y con el ‘Cabezón’ (Gustavo Quinteros) acabo de tener un reciente contacto. (Marcos) Sandy, (Marco) Barrero y Vladimir (Soria) trabajan conmigo.
¿Reclama Baldivieso por qué no convocó a su hijo?
Yo conozco a Mauricio desde que era chico. En Japón yo lo retaba cuando él se portaba mal, pero el tema de la selección es otra cosa.
¿Qué le dice la eliminación?
Me pone a pensar mucho. Soy un hombre que analiza y medita mucho el halago y la crítica.
¿Llora usted?
Anoche lloré bastante.
¿Por qué?
Porque mucha gente habla del tercer tiempo y no de lo que sucede en el partido. Hay gente que nunca habló conmigo y me da palo. Hay periodistas que nunca van a un entrenamiento y creen conocer mi plan de trabajo. De otros países vienen como 50 periodistas a los partidos en La Paz. En Bolivia, no son más de tres los periodistas que acompañan a la selección.
¿Qué es el tercer tiempo?
El churrasco, los tragos, hablar mal de la gente y de ahí salen algunos en la televisión o en la prensa para decir cosas que están lejos de la realidad.
Se le cuestiona que no está actualizado y que dirige a la antigua, como hace 20 años.
Lo he escuchado y siempre me pregunto a qué se refieren. Estoy permanentemente dando cursos y charlas en el país. He ido a dar conferencias al exterior. Veo todos los partidos de las eliminatorias y la Champions (Liga de Europa). ¿Qué es estar actualizado?
¿Por qué no trabaja con preparador físico?
Porque en una selección no es necesario. El 93 el cuerpo técnico lo formaron Antonio López, Carlos Aragonés y Luis Orozco. Los tres eran técnicos, ninguno fue preparador físico. Hay que entender que una selección recoge el trabajo que se hace en un club, porque el tiempo que tenemos es muy corto para hacer algún trabajo físico, ese tiempo se lo aprovecha en la parte táctica.
¿Cuando asumió dijo que Brasil 2014 era posible?
Lo dije y siempre diré que debemos luchar con todo porque si uno no cree en un objetivo es mejor que no se meta. Yo confío en mi trabajo, creo en lo que hago, pero, puntualmente, nunca le dije a nadie que yo llevaría a Bolivia al próximo Mundial.
¿Usted vende humo?
Yo no vendo humo. Soy un profesional y estoy respaldado por una trayectoria. No es casualidad que haya trabajado en distintos países y tenga éxito.
¿Hay una razón determinante para la eliminación?
Con el actual sistema de eliminatoria, escuche bien lo que voy a decir, es imposible que Bolivia se clasifique a un Mundial. Tenemos muchos problemas para soportar una competición de largo aliento.
¿Qué propone usted?
A Bolivia le conviene un sistema de competición de corto alcance, no de largo aliento. En corto tiempo es más fácil preparar un seleccionado. Aquí hay que destacar que pese a clasificarse para un Mundial, la selección nunca fue un reflejo del fútbol boliviano, porque el nivel no se ha elevado.
Entonces, ¿es razonable preparar una selección para la altura y otra para el llano?
Eso tampoco es posible. Esa fue una discusión que tuve hace 20 años con Roly Aguilera (Padre). Cómo podemos formar dos selecciones si apenas podemos conseguir a 22 jugadores. Tenemos que entender que Bolivia no es Argentina ni Brasil, aquí el universo de jugadores seleccionables es muy chico.
¿Por qué se fue después del Mundial 94?
Quiero aclarar que el presidente (Gonzalo) Sánchez de Lozada me invitó a formar parte de un proyecto muy grande y cuando hablé con él, en el Palacio de gobierno, le dije: “Presidente me voy después del Mundial”, eso fue antes de ir a Estados Unidos.
¿Por qué se fue?
Porque tuve miedo…
¿Miedo de qué?
De la magnitud que alcanzó mi nombre. No estuve preparado para tantas cosas juntas en tan poco tiempo; soy humano. En aquel tiempo ya no podía ni salir a la calle, la gente me saludaba, algunos lloraban, otros me abrazaban.
¿Tuvo miedo de no repetir el éxito alcanzado?
No, nunca tuve miedo por eso. Los éxitos no los garantiza nadie, se trabaja para conseguirlos y eso es lo que sé hacer, trabajo mucho.
¿Fue un error o un acierto haberse ido de Bolivia?
Fue un acierto, pude meditar y descansar un poco. Me sirvió para reflexionar y encarar otros proyectos. Trabajé en el Real Madrid, dirigí en México, fui a China a formar el proyecto Beijing Gouan y dos años después fui campeón.
¿Va a seguir en el cargo?
No lo sé.
¿Habló con Carlos Chávez?
No. Mi contrato se cumple en octubre y ahí acaba todo.
¿Va a renovar contrato?
Solo me habló un dirigente, pero nada serio ni formal.
¿Quiere seguir?
Me gustaría. No soy de los que se conforman con las cosas, me gusta ir hacia el frente y en este momento hay un buen material humano para encarar la renovación.
¿De qué depende?
De armar un buen proyecto
Me dijo Carlos Chávez que tiene uno hacia el 2022.
Me interesa. Se tiene que dar un giro con cambios profundos.
¿Así Bolivia se clasificará para el Mundial Rusia 2018?
No estoy garantizando nada, estamos hablando de un proceso de trabajo.
Entonces, ¿cuándo se clasificará a una Copa del Mundo?
En cualquier momento
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